Desde 1999, películas de producción o autoría gallegas han obtenido 12 de los 25 Premios Goya de Animación, entre ellas El bosque animado, Arrugas (cinEScutura 2016), Psiconautas, Valentina o Unicorn Wars (cinEScultura 2023). Otras han sido candidatas a dichos premios y destacan por sus técnicas innovadoras y el depurado carácter artístico de sus imágenes, como De profundis (cinEScultura 2010) o El sueño de la sultana (2024).
Galicia es una potencia mundial en animación. Prueba de ello es la primera película europea de animación en 3D, El bosque animado (2002), que obtuvo dos Goyas y se proyectará en cinEScultura en su versión 2D. David Caeiro, miembro de la productora, terminó trabajando luego para Spielberg en Schrek 2. Miguelanxo Prado (cinEScultura 2010 y 2011), director de De profundis (2007), ganador del Premio Nacional de Cómic (2013) y fundador y director durante 25 años del festival de Cómic de A Coruña, trabajo también con Spielberg (serie de animación Men in Black).
Alberto Vázquez, ilustrador, autor de cómic y director de animación, ha logrado más de 200 premios, además de cuatro Goyas por Psiconautas y Unicorn Wars, y por sus cortos Birdboy y Decorado. La excelencia gallega en cómic y en animación destaca también en los videojuegos. Manolo Gómez, fundador de la productora de El bosque animado, había creado antes videojuegos de éxito, como Bicho (1996), ganador de varios premios y el más pirateado en Latinoamérica ese año. La ciudad de A Coruña centra la actividad de la mayor parte de estos creadores y de las productoras de animación. Es también sede de MUNDOS DIGITALES, Congreso Internacional de Animación, Efectos Visuales y Nuevos Media, que celebra en 2024 su XXII edición.
Chelo Loureiro (cinEScultura 2023), miembro de CIMA y fundadora de Abano Produccións, con cuatro Goyas de animación como productora o directora, impulsa como factótum cultural muchos otros proyectos. Forbes Women la incluye entre las 50 mujeres más influyentes a nivel mundial en el sector audiovisual. Recientemente ha recibido su cuarto Goya por el corto To bird or not to bird.